Anillo Marea Aventurina

Carta a mi abuela.

Hablemos del pasado, que es tan sólo una historia que nos contamos, pero como nada de lo que sucede se olvida incluso si ya no lo recuerdas, hablemos de como empezó todo.

1962, el año prodigioso, parecía como si todo se hubiese estado preparando para coincidir ese año, las comunicaciones y las noticias se daban por escrito y las primeras llamadas eran a través de cables que nos obligaban a permanecer en el sitio esperando a recibir la información que nos haría libres para vivir la siguiente aventura.

Nosotras no existíamos todavía, pero mi abuela y su madre sí.

Parece que todo lo que hemos hecho en nuestra vida nos ha llevado a ti.

Parece que nacimos el día que nos abrazaste y vivimos el tiempo que nos amaste.

Y como bien nos enseñaste aprendimos a vivir de ilusiones cuando te marchaste.

Las ilusiones son muy poderosas y por eso sabemos todo lo que pasó aquel año, en aquella casa, que fue el sitio donde pensaste poco y sentiste mucho, y nos enseñaste a hacerlo y hoy al recorrer cada rincón puedo sentirlo de nuevo, se llama felicidad.

Puedo sentirlo y me inspiro en cosas que reflejan momentos que hemos vivido allí, las reflejo en forma de joyas que es lo que nosotras sabemos hacer, transmitir las canciones que tocabas en el piano o las millones de criaturas marinas que observabas y admirabas sin parar.

Podemos convertir esas ilusiones, esos recuerdos y esas vivencias en amuletos que llevaremos con nosotras, ya que es lo único que nos queda de ti y es la manera de guardar esos recuerdos y llevarlos con nosotras para siempre.

La manera de hacer que la vida sea tan bonita que parezca de verdad.

Cuando dejemos de recorrer los rincones de esa casa y las ilusiones tengan que ser aún más fuertes, llevaremos las joyas que están llenas de ti, de tus abrazos, porque a veces pensamos demasiado y sentimos muy poco y no queremos olvidar el sabor a agua salada.

Y como sabes nosotras siempre fuimos de las que brillan en las situaciones difíciles.

No me acuerdo de olvidarte y no me acordaré jamás, pero espero que estos amuletos me ayuden aún más.